Mañana es San Valentín, pero, en lugar de hablar de la gran historia de amor de Ayla y Jondalar -aunque tampoco está de más recordarla ;) -, hoy vamos a recordar otra de las grandes pasiones de Ayla: los animales. Bebé, Whinney o Lobo seguro que ocupan un lugar en vuestros corazoncitos, porque el amor que les profesa Ayla es contagioso. Y recíproco, vistas las respuestas de los animales.
Pero si hay un fragmento en el que esto se pone en evidencia es cuando Ayla cree que ha perdido a Lobo al cruzar el Río de la Gran Madre en Las llanuras del tránsito. Su desesperación es tal que, aún presa de la hipotermia, quiere volver al agua a salvarlo... pero Jondalar la detiene y se ofrece a ello pese a que también está débil. "Te amo, Jondalar, no quisiera perderte jamás; pero, por favor, encuentra a Lobo. No podría soportar la pérdida de Lobo. Es como... un niño..., un hijo. No puedo renunciar a otro hijo", llora Ayla en una muestra de su amor por el animal.
Y vosotros, ¿tenéis algún animal al que queráis como hace Ayla?